dimanche 14 décembre 2014

Semblanza de un Rondero del Caserío Cabrillas: alguien tranquilo y organizado[i]





Wilmer Edwin Valverde Rodríguez
Antropólogo egresado de la Universidad Nacional de Trujillo
wilmer.ed.23@hotmail.com

Nota editorial
De un modo mucho más intenso que en el período colonial, el Perú de estas últimas décadas vive un tiempo desquiciado de extractivismo minero. Un tiempo de saqueo inmisericorde y de desestructuración de otro tipo de posibilidades y actividades económicas y culturales.
Así sucede, en el andino distrito de Parcoy (provincia de Pataz, Región La Libertad), en la parte alta de la cuenca del río del mismo nombre, desde hace tres décadas empleando cianuro para obtener el oro, por ejemplo en Retamas. Uno de los efectos ha sido y sigue siendo la contaminación del hermoso lago Pías; esto a pesar de que desde el 2007 los servicios de salud anunciaban el alto riesgo de contaminación con arsénico y plomo presente en diversos relaves mineros. En efecto, en la cuenca alta del río Parcoy. en las zonas aledañas al Centro Poblado urbano Retamas operan las empresas auríferas  MARSA, Consorcio Minero Horizonte y Real Ventura, junto con artesanos mineros formales e informales. La explotación minera de estos tiempos podríamos calificarla de extensiva si entendemos detrás de esta expresión el uso de alta tecnología para el tratamiento químico cotidiano de miles de toneladas de tierra y el uso de cientos de miles de litros de agua para obtener decenas de gramos de oro.
Como en otras regiones, con el boom minero llegaron a Parcoy la desestructruación de los lazos sociales tradicionales sin que, como antaño, surga un enorme proletariado minero. Los pocos que son incorporados hacen lujo de derroche; la mayoría quedan pauperizados de los cuales algunos derivan a la delincuencia y fenómenos afines. Para enfrentar este nuevo flagelo, en defensa de la tranquilidad y la actividad agrícola tradicional dejadas de lado por las autoridades y el poder central, se organizaron las Rondas Campesinas en el distrito de Parcoy y la provincia de Pataz.

Las Rondas Campesinas del Centro Poblado rural de Cabrillas han tenido un rol singular en esta inicial contienda. Así lo testimonia en la presente Semblanza, don Ambrosio, sexagenario presidente de dicha base rondera.


Agradecemos al antropólogo Wilmer Valverde el haber autorizado la publicación de esta Semblanza. Lo hacemos como una contribución al conocimiento, la difusión y a las investigaciones sobre las Rondas Campesinas, urbanas e indígenas del Perú. Lo hacemos igualmente como un saludo a las rondas con ocasión del XXXVIII aniversario de su nacimiento como institución campesina justiciera en Cuyumalca (Chota) y como un saludo a las rondas de Cabrillas que, en agosto del presente año, cumplieron dos décadas de existencia.


El Comité de Autodefensa de Cabrillas (más conocida como Ronda de Cabrillas), es una organización comunal que en el imaginario popular inspira respeto. La participación de los cabrillanos en la pacificación del distrito de Parcoy supuso la reducción de los altos índices de delincuencia, violencia e inseguridad, gracias a su decidida intervención en la convulsionada localidad de Retamas. Sus métodos de intervención, produjeron la tranquilidad esperada, pero con mano dura. Ante el desborde de la capacidad operativa de la policía, la ronda de Cabrillas pasó de su lucha contra el abigeato y pleitos comunales en las zonas rurales del distrito a la garantía de convivencia en las zonas urbanas de Parcoy. Eran efectivos en lo que hacían. De allí su fama.
En esta crónica y entrevista hecha al presidente de dicha organización nos damos cuenta de su imaginario personal y grupal de los habitantes de Cabrillas así como de su proyección social en distrito.

Palabras claves: Comité de Autodefensa de Cabrillas, Delincuencia, Inseguridad, Operativos, Ciudadanos.



Desde la primera vez que pisé territorio del Distrito de Parcoy[ii], allá por el año 2007, escuché el nombre de Cabrillas de boca de distintas personas, con aires de respeto. Y de temor. Me preguntaba qué era lo que producía tamaña actitud frente a dicho nombre. Consulté a mi amigo, entonces anfitrión, por tales conductas. Son bravos, me dijo, esos no creen en nadie. El  nombre estaba ligado –indisolublemente- con el de “Rondas campesinas”. Aquella vez, por cuestiones de tiempo y de economía, no pude ir más allá de los linderos de su comunidad. Estuve cinco días por aquellos lares.
Cuando volví por segunda vez, el año 2009, pude avanzar más al sur: conocí el Anexo de Retamas y la Comunidad Campesina de Llacuabamba. Recuerdo –borrosamente- que habían ocurrido sucesos conflictivos en Retamas. En ese periplo volví a escuchar nuevamente el nombre de Cabrillas. Los aires no habían cambiado.
La fama de Cabrillas se debía a la severidad –en el accionar- de sus métodos de castigo a quienes infringían la ley. Son las Rondas más temidas y respetadas de todo Parcoy, incluso de la provincia (Pataz), me dijo alguna vez un entrevistado. Ellos han puesto orden en este pueblo… Hubo una vez, una temporada en que la delincuencia campeaba impunemente por las calles de Retamas y la inseguridad se acrecentaba en las demás comunidades, caseríos y anexos del distrito; incluso en la capital. Parcoy era tierra del lumpen.
A las Rondas Campesinas de Cabrillas se debe la pacificación del distrito. Su rectitud en la impartición de justicia y su severidad en la aplicación de los castigos la hicieron famosa en todos los rincones del distrito y más allá. Tanto así que otras localidades solicitaban sus servicios para la solución de sus problemas. Incluso eran (son) más estimados que la propia Policía Nacional (PNP).
Aquel año estuve nueve días por esos lares. Tampoco pude llegar a Cabrillas. Eran otras, mis inquietudes.
La tercera vez que fui a Parcoy, llegué a conocer quince localidades de la denominada “Zona Norte”. Son las comunidades más lejanas -en distancia- de la capital distrital. No eran ajenas a la popularidad de Cabrillas y sus Rondas. Ella les era un paradigma. Yo estaba trabajando en la elaboración de un diagnóstico para el municipio.
Recién en la cuarta visita pude conocer el Anexo de Cabrillas (2012). Estaba algo inquieto –y temeroso, no lo puedo negar- por saber más de la idiosincrasia de los pobladores de Cabrillas. El porqué de su prestigio en el resto del distrito y el temor que generaba la sola mención de su organización. Esta vez había esbozado una serie de preguntas para una entrevista a sus principales líderes.

El encuentro.

Al llegar a Cabrillas, el sol se ponía radiante. Embellecía el paisaje alrededor. Cerros verdes, geografía accidentada, campos verdes, sembríos de papa y maíz, árboles de eucalipto, viviendas típicas de barro y techo de teja (que combinaban con láminas de calamina), una iglesia, una escuela y una canchita deportiva completaban el panorama. Una carretera en mal estado y un camino de herradura accidentado conducen a esta cuasi legendaria localidad parcoyana.
Preguntamos en la primera vivienda sobre el paradero de las autoridades del lugar[iii]. No estaban presentes. Habían salido a sus chacras. Mochila a cuestas, seguimos avanzando, consultando en otras viviendas, y consiguiendo la misma respuesta. ¿Ninguna autoridad hay en el pueblo, hoy día?, pregunté al último consultado, echando la suerte ya al vacío. Agente y teniente no están… seguro se han ido a sus chacras. Allacita está su casa del presidente de ronda; puede que esté él ahí… dijo el hombre que minutos antes nos había visto con cierto recelo. El presidente de ronda, dije. Algo me decía que, en realidad, era solo a él con quien deseaba conversar; que solo para él había preparado la entrevista la noche previa en esta hoja de papel, doblada y sucia teñida por el carboncillo.
Allá fuimos. Subimos una pequeña loma, mediante un sendero estrecho, húmedo, que comunicaba con la llanura del perímetro de la vivienda. Parecía abandonada. Al pisar el patio de la misma, llamamos -como siempre en estas visitas inopinadas- a la señora del hogar (¿sea porque en realidad son las reinas de los hogares?).
Después de un breve silencio apareció una señora de unos sesenta años. Su mirada suponía un leve enojo; tal vez le hayamos interrumpido sus quehaceres caseros. Preguntamos por nuestro objetivo. Ahicito está, vayan a verlo, a ver qué les dice.
El hombre estaba sentado. Camino a él nos daba la espalda. Aunque ya nos había visto dirigirnos a su hogar. Detrás de él llegamos. Le saludamos. Le expliqué las razones de la visita, y mientras exponía, seguía en lo suyo, vendándose la pierna derecha. Pregunté que le había sucedido. Qué será oiga, me duele mucho el hueso, no me deja caminar bien. Frío debe ser. A un costado se veía un pomo con ungüento de eucalipto.
Era un hombre mayor, delgado, enfundado en un polo, una camisa y una gruesa casaca envejecida. Su cabeza estaba cubierta por un chullo grueso, mismo que solo exhibía la dureza y rudeza de su rostro, templado por el frío de la zona.
Accedió a hablar con nosotros, pero en un lugar menos expuesto. El viento silbaba. Arreciaba. Le seguimos a lo que era el centro de la comunidad. Nos sentamos en el pequeño muro del templo católico. Y allí se dispuso a su comodidad.
Don Ambrosio se acomodó. Y esto es el resultado de dicha conversación:


-          ¿Cuál es el nombre de su organización?
El nombre real es el de Comité de Autodefensa del Anexo de Cabrillas – Parcoy. Aunque por aquí se le conoce más como Ronda de Cabrillas.
 -          ¿En qué fecha se fundó el Comité de Autodefensa de Cabrillas?
Se fundó el 11 de agosto de 1994.

-          ¿Qué fue lo que motivó su organización en Ronda o Comité de Autodefensa?
¿El motivo para organizarse? Ah, pues, había mucha delincuencia; no se podía vivir. Asaltaban en los domicilios, mataban (a la gente) los delincuentes… entonces tuvimos una conversación entre autoridades para defendernos. Dijimos: es necesario organizar una ronda. Ahí nos organizamos. Robaban el ganado; (era) demasiado. No se podía tener nada. Hasta la ropa de las viviendas se las robaban en la noche. La ropa se la llevaban a lavar de nuevo; porque no amanecía (sonríe). Ahí pues dijimos: es demasiado ya. (Yo) como antes trabajaba de ayudante de camión a Cajamarca, ya tuve idea sobre cómo organizarse… Yo decía aquí la solución es la Ronda para poder defender nuestros derechos… Yo regresé el año 92´ por acá (Cabrillas); en aquella fecha, no había ninguna organización parecida. (En aquel año) recién se había iniciado una Ronda en Pilancón[iv], un Comité de Autodefensa. Consultando allí, íbamos a poner denuncias de robos al Gobernador, al Juez, a la Policía. No podían hacer nada; ¡qué pues! decían: no se sabe quiénes son los delincuentes que les roban. Preguntaban si los habíamos visto, pedían pruebas, si habrá testigos… decían; sino ¿a quién vamos a ir a capturar? Yo les decía ¡cómo hacerlo! Si en la noche andan encapuchados, llegan, amenazan con arma para que entregues el dinero, que entregues tus cosas, todo lo que querían de las casas… Los delincuentes eran de aquí, del mismo distrito; de las mismas comunidades. Había bastante gente malograda. Incluso había ladrones dentro de nuestra comunidad. Operaban acá; se organizaban con Parcoy, hacían bandas, se iban por distintos sitios…

-          ¿Cuántos miembros componen el Comité de Autodefensa?
Somos 120 ronderos. Y la junta directiva la integran siete personas: presidente; vicepresidente; secretario de actas; secretario de disciplina; secretario de organización; tesorero y un vocal. Para el “servicio nocturno” nos organizamos 12 personas por noche.

-          ¿Qué requisitos se toman en cuenta para ser rondero?
Para ser rondero tienes que ser ciudadano natal de acá o residente, o sea que tenga vivienda estable. Ya, pues, así no sea de acá, pero que esté viviendo. Tenemos un padrón donde están identificados con su DNI.

-          ¿Qué días rondan? ¿Qué hacen cuando rondan?
Acá rondamos estable. Es decir, todo el tiempo. Solamente tiempo de lluvia, son 3 meses que se paraliza. Solamente cuando hay problemas nos presentamos. Avisamos a todo el personal; los reunimos para ver cómo se va a analizar y solucionar el problema. A partir de abril rondamos todos los días; cada grupo sabe su turno.
Nosotros en la “ronda” transitamos por todos los caminos; damos un recorrido de 1300 has. Por eso se hacen 2 grupos. Un grupo se va por un lado; el otro grupo se va por otro… y tiene que encontrarse a las seis de la mañana en un lugar determinado. Empezamos a rondar desde las seis de la tarde. Para la noche se lleva su “llonque”, su coca para hacer el bolito para quitar el sueño. Hay partes que es su descansadero; ahí están tranquilos (y) se ponen a conversar sobre lo que pasa, lo que se encuentra… Luego ellos tienen que informar qué han encontrado esa noche. Si encuentran algo, un sospechoso, lo identifican y lo ponen a disposición de la directiva.

-          ¿Con qué implementos cuentan su Comité de Autodefensa?
Contamos con ponchos de agua; chalecos y botas (que cada uno compra). Y armas.

-          Cuándo detienen a un presunto sospechoso ¿Qué es lo primero que hacen?
Se le pregunta cómo ha ingresado; a qué viene o a dónde va. Si está llevando, por ejemplo, en la noche, un animal; primero tiene que identificarse con su DNI, luego se le pregunta a qué destino va; si lleva algo, se le revisa qué lleva. Y si no tiene documento de identidad se le detiene hasta la madrugada, para interrogarlo de dónde viene; cómo se llama. Si lleva algo, por decir, lleva un toro, del destino que sale tiene que salir con su certificado con el lugar de destino al que va. Mas antes, cuando interveníamos venían con su “pase”. Por ejemplo, venían de Chilia[v], y se iban a MARSA[vi], traían su “pase” visado por el Gobernador de su lugar. Al pasar por aquí tenían que presentar el documento obligatoriamente. Se revisaba el documento; lo leíamos: si estaba bien se le decía pasa; si estaba mal, se decomisaba su “carga” y se quedaba detenido hasta que al siguiente día vaya a traer el documento legal de la autoridad de donde vive.

-          ¿Ha habido momentos en los que ustedes usaban armas en las detenciones?
Sí. Tenemos armas personales. En total disponemos de 10 armas de fuego. Son retrocargas. Sin embargo, no ha habido ocasión en la que nos hayamos enfrentado a balazos.

-          ¿Qué métodos de castigo o “disciplina” utilizan en sus acciones?
¿Cuando lo encontramos en flagrante delito? Ah, pues, por ejemplo, en el caso de un toro: cuando lo detenemos y no tiene identificación, el animal no tiene certificado, y él dice que es su propiedad... aparece el dueño y en el careo él se niega y arguye que sólo lo ha estado trayendo… Pero nosotros sabemos que son cómplices, que son más. En tales casos se le castiga con “La Rienda”. Se le azota con la “binza, verga de toro o torcido”. ¿Cuántos le damos? Según, pues; a veces a los dos o tres ya está diciendo la verdad. Y cuando dicen la verdad no hay para qué castigarles más. Nos dicen, por ejemplo, le hemos ido a sacar (al animal) con tal y tal persona, lo estamos llevando a vender a tal persona. Y cuando se ponen “guapos”, ahí peor se les sanciona: si al tío (rondero) le faltan el respeto se le sanciona 24 horas más. En ese lapso, lo metemos al calabozo. Ha sucedido cantidad de casos como esos. A veces se niegan, no quieren decir luego. Nosotros les pedimos que devuelvan lo que han robado, y cuando confiesan quién lo ha llevado, pues ya el animal lo han vendido lejos. Por ejemplo, roban de Buldibuyo[vii], lo pasan por acá y siguen hasta Buena Vista, por Queros[viii]… Entonces para que lo devuelvan desde allí, tiene que permanecer detenido hasta que el cómplice lo haga volver. Y cuando viene el cómplice, también lo capturamos. Tiene que ayudar a pagar, pues. También le damos su Rienda, y tiene que firmar un acta en el que se comprometan a no volver a hurtar el ganado. Si lo vuelven a robar, ya ellos nomás pagan; directo los capturamos a ellos. Ya, que ellos devuelvan.
En el acta él “reconoce” la pérdida de tiempo a los dueños y lo que gastan en la búsqueda. Una vez hecho eso, les dan su libertad.

-          ¿Qué siente cuando escucha el nombre Ronda de Cabrillas (porque así se les conoce más) en las opiniones de otras personas?
A veces toman el nombre de las rondas de Cabrillas los mismos delincuentes para poder hacer impunemente sus fechorías. Pasan por los pueblos y dicen Nosotros somos de la ronda de Cabrillas; déjennos pasar, váyanse y no nos jodan… Por eso cuando caen, nos pagan con “castigo”, tiene que pagar la difamación; es decir pagarnos de dos a tres días de nuestra labor por hacernos perder el tiempo (buscándolos)… si somos cien ronderos, a los cien nos debe de pagar lo de un día, un jornal (ahora están pagando veinte soles en la chacra); a diferencia de la empresa (minera) que paga cuarenta, cincuenta, sesenta… dependiendo, de acuerdo a su ocupación...

-          ¿Por qué la fama o prestigio del Comité de Autodefensa de Cabrillas a nivel de Parcoy y Pataz? ¿A qué se debe?
Por los buenos operativos. Ha habido delincuentes malditos, nosotros les hicimos el seguimiento, les hemos capturado y les hemos hecho devolver lo robado. Una vez hubo una banda de delincuentes de Retamas que asaltaba por las carreteras, en las tiendas comerciales… entonces, nuestros informantes nos decían: sospechamos que esos jóvenes lo han hecho…; nosotros los deteníamos, les preguntábamos bonito al uno al otro, éstos decían sí, ellos están negociado tal cosa y hemos sido tal y cual fulano. Entonces, los interveníamos, recuperábamos las cosas, llamábamos al dueño de la tienda; si éste reconocía sus cosas (artefactos, artículos) eso significaba que ellos son culpables; si caía uno tiene que decir los demás, entonces toda la banda se descubre y se hace el arreglo: devuelven lo que han robado de la tienda, y si en caso les han asaltado, les devuelven su dinero. Hay veces en que quitan oro; es como a un señor, Américo Trujillo, es comerciante de oro en Parcoy, le habían asaltado una vez llevando su oro a Trujillo; lo asalta un tal Hugo Castañeda con otros dos más. Uno que venía desde Zaire de Urpay[ix]; y otro que era de Chilia, un tal José Huamán. Venían siguiéndolo en carro ya. Al escuchar (de su carga) lo habían planificado con el mismo chofer del Américo Trujillo, por abajo, por Otocuyo[x] lo asaltan, le quitan tres kilos sesenta y cinco gramos de oro más treinta mil soles en efectivo. Entonces le hicimos un seguimiento. Ya lo delincuentes habían hecho el asalto, fugaron. El uno se había ido a Chilia. Bueno, primerito cayó el chofer del Américo, el que había hecho la carrera. Le interrogamos. Le dijimos tú sabes, has reconocido a alguien. ¿De quiénes sospechas que han asaltado? Entonces él dijo la hora que he salido yo (del terminal) estaba cuadrado un carro que era de un tal José Huamán de Chilia; y abajo donde me han asaltado me aparentaba que era un Hugo Castañeda, que me ha encañonado con la pistola que entreguemos el oro, la plata. Capturado (el chofer) le dijimos tú has estado de acuerdo, ¿di? Por eso te has hecho el loco, que te has parado por ahí hasta que pasen ellos adelante y se encaleten. Le dimos sus cuatro (chicotazos), su par de lapos, cuando recién dijo sí, yo sospecho que él es. ¿Y los otros?, preguntamos. Ah, no sé, sabrá él. Seguíamos interrogando: pero el otro, ¿más o menos sabes que placa tenía? Ustedes son de transportes, son choferes, se conocen, le dije. Aparenta dijo un José Huamán. Cuando lo capturamos al Hugo, ya nos dijo que sí, que él les había hecho la carrera, que él era, también, un tal José Huamán, que vivía en Chilia. Entonces, se fue un grupo a Chilia, en una combi, y lo capturaron a ese. Lo trajeron, dijeron que son más, que es de… que el Hugo debe saber. Y el Hugo negaba pues, es decir, que no lo conoce, que son amigos, que se conocen de cara, nomás. No quería dar su nombre. De ahí lo agarraron a los palos en las uñas y en las patas; le dijimos: ustedes planifican para ir a asaltar y atentan a matar, ¿cómo no se van a conocer? ¿Cómo vas a ir con desconocidos? Esas horas dijo si lo conozco, pero de chapa nomás. Lo conozco que es un tal Bigote. ¿Y, de dónde es ese pata? Es de Urpay. ¿Quién lo tiene el oro, la plata? Eso lo ha llevado el Bigote a Urpay. Luego de eso planificamos apoyo a la policía, para que vaya a la captura hasta Urpay. De luego habían ido un grupo de quince ronderos, con el apoyo de un par de policías pedidos por el dueño de lo robado. Y se fueron siguiéndolo. Los policías tuvieron miedo; de Tayabamba nomás de regresaron. Se fueron el grupo de ronderos nomás. Desde lejos vienen, pues. Urpay queda lejos, de Tayabamba[xi] más atrás, cerca de Huancaspata[xii]. Planifican pues, hay uno de Tayabamba, otro de Retamas. Otro de  Chilia. El otro, el chofer era de aquí nomás, de Queros, de Parcoy, que hacía carreras por ahí, es transportista, pues. Planifican así; para hacer sus fechorías, unos salen de un lugar, otros de otro lugar.

-          ¿Qué otras actividades realizan en su comunidad?
Acá, de acuerdo a los estatutos, solucionamos problemas a buenas o a malas, pero se solucionan, ¿no?

-          ¿Alguna vez han hecho Repúblicas, como Ronda?
Ah, eso sí, eso sí. (Es) nuestro obligación de acuerdo a nuestros estatutos, no es solamente cuidar(nos) de la delincuencia, sino también hacer obras de desarrollo. Por ejemplo, aquí hemos gestionado el Colegio de secundaria. Como ronda le invitamos al alcalde que haga el cercado (del colegio); que haga un poco de respeto por nuestro centro educativo.

-          ¿Cuáles son los focos de inseguridad, de delincuencia, hoy en día, en el distrito de Parcoy?
Acá hay poco ahora; calmado está. Acá, en nuestro anexo no nos hemos topado con nada. Todo está tranquilo. Todos se quedan, nada roban, ni día, noche...
Más los robos están en parte de Retamas, La Soledad, Llacuabamba. (Es porque) no trabajan bien su ronda. Está la ronda por ahí, pero los asaltos están por otro lado; los robos…

-          ¿Qué opinión tiene del crecimiento de la delincuencia en nuestro país?
Acá, bueno, sería para frenar al delincuente, la pena de muerte que se declare. Trabajos hay. Qué pues, ellos se dedican a robar, pero no a trabajar.

-          ¿Qué opina de las acciones de la policía?
Bueno, los policías son los primeros que reciben el soborno, y (les dicen a los delincuentes) niégate que no lo has hecho; denúncialo antes. El delincuente te denuncia, que te pague tu difamación, que te secuestran. Ellos lo orientan a los delincuentes. Por ejemplo, los robos en Retamas, todo es de acuerdo con la policía. Les sobornan (con) su sencillo. ¡Ya, niégate! Que tienen que tener las pruebas, testigos… Niégate, (di) que no has sido.

-          Alguna anécdota de la Ronda de Cabrillas que nos pueda contar…
Que a los asaltantes siempre se les ha dado su castigo y se les exige que devuelvan lo que han robado… sino, allí seguía (detenido en la comunidad) hasta que devuelva. Tenían que devolver. Por eso que acá, no se han ido ellos impunes. Aquí, todas las cosas se han aclarado. Todo se ha devuelto a su dueño.

-          ¿Qué hacen en casos de prostitución, por ejemplo, en Retamas[xiii]?
En parte perjudica a los jóvenes, por eso hay delincuencias, matanzas… robos. En esos casos, hemos hecho operativos, cuando nos pedía el gobernador apoyo; sí. Les hemos apoyado, sí. Cuando ha habido muertes también, les hemos ido a apoyarles, a investigar quiénes son.

-          En el caso de los burdeles, ¿qué han hecho?
Cuando estamos en operativo, se les pregunta (a ellas) si es que de verdad hacen “servicio”. En los locales clandestinos (la gente) dicen que sí. A las mujeres no les damos rienda, sólo castigo físico: les damos unas cuantas vueltas, que digan la verdad y ya está (ejercicios).

-          Y las mujeres, ¿también integran el comité? O ¿están organizadas aparte?
Las mujeres integran el comité de los 120 que somos. Ellas ayudan a cocinar, a hacer algo para la república, como comida. Preparan la comida para los mismos ronderos, cuando se van de patrulla. A veces apoyan con los primeros auxilios cuando asaltan o les matan (a alguien).

-          ¿Ellas rondan, también?
No, ellas ayudan a vigilar de día a los presos. Es que a veces, esos se quieren dar a la fuga. Como nosotros nos vamos al trabajo, entonces ellas están mirando que no se vayan a fugar de la cárcel.

-          ¿Ustedes pertenecen a alguna instancia superior, digamos una Federación Distrital o Regional u otro tipo de institución?
No, no. Aquí no hay federación. Antes teníamos convenio con la Central Única (de Rondas) de Tayabamba. Pero íbamos a una reunión una vez o dos veces al año. Pero ahorita, creo que están desorganizados, porque ya no nos invitan. ¿Qué habrá pasado?

-          ¿De qué manera contribuyen las Rondas Campesinas al desarrollo de los pueblos?
Apoyando a hacer obras, pues. Por ejemplo: colegios, caminos, servicios de limpieza, arreglos de carreteras, para poder transitar tranquilo por las noches…

-          ¿Qué opina de la política?
Ah, normal…

-          ¿De los políticos?
Ah, pues de hecho, algunos hacen bien bien el desarrollo de la comunidad, y otros, de lucro personal nomás. Entran al municipio, por así decirlo, al cargo de ser alcaldes solo a llenarse los bolsillos. Qué pues, las obras no las hacen. Ellos nomás andan en carros, con casas en la ciudad… Acá el distrito nada les interesa… Las carreteras no están arregladas, los colegios están clandestinos: cuando estamos ejecuta, ejecuta, ejecuta entonces lo hacen… Por ejemplo, nuestro alcalde el colegio primario lo ha dañado, dijo que lo va a hacer en el 2011; hasta ahorita no pone ni la primera piedra. Ya nos va a faltar la paciencia y vamos a ir a traerlo. La carretera también, le hemos dicho que haga un muro de contención, hasta acta ha firmado. Ha hecho la mitad, y nos dijo ya faltó la plata.

-          ¿Ha habido momentos en el que ustedes han ido como organización hasta la capital Parcoy?
Hemos ido a verlo para que termine la obra, pero pacíficamente.

-          ¿Cómo es su relación con las autoridades y otros pueblos?
A veces nos mandan oficio, nos piden apoyo para brindar seguridad en las fiestas de los pueblos… en la construcción de obras… en la solución de algunos problemas que no puede solucionar la comunidad… nos piden apoyo con oficios… Hasta la policía: que no les vayan a pegar, que no les tiren piedras. A nosotros si nos respeta la gente.

-          ¿Qué opina de la minería formal y artesanal?
Bueno, nos hemos entrevistado con la empresa (para) que esos residuos que ellos ya han trabajado, que esas labores que los deje ya para los mineros artesanos, para que haya más empleo, trabajo. (Para que) los delincuentes siquiera que se dediquen a trabajar ya.

-          ¿Cree que la minería contamina, o no?
Claro, una parte sí contamina, pero también hay beneficio para la comunidad por el trabajo. Por ejemplo: ancianos, niños ya sacan algo siquiera para su diario recogiendo sus piedritas. Sea para sus útiles, un lápiz, un cuaderno, ya para cualquier cosa: un pan o una golosina. La empresa no da trabajo a todos, da a unos cuantos nomás. Incluso quieren gente joven nomás, pues de 25 años hasta 35 años. Ya más de 40 no quieren dar trabajo. Es la problemática. Y claro, la contaminación medio ambiente, en parte perjudica tanto empresas como artesanos, porque botan los residuos a las quebradas…

-          En estos momentos, los mineros artesanales están en paro[xiv], ¿no?
Seguro. No tengo conocimiento. Escuché así que van a hacer un paro, pero… Incluso me ha llegado un oficio del alcalde de Pataz, donde me invita a una reunión para el 24 de este mes para reclamar sobre el asfaltado de la carretera, la libertad para la minería artesanal ¿Qué problemas tendrán?, por último.
Acá, pues, está tranquilo. Salvo que haya alguna ley del Gobierno… Bueno, si así dicen, se modificará de acuerdo a las comunidades y las empresas, pacíficamente.

-          Olvidé preguntarle: después de haber descubierto a los delincuentes, éstos ¿se han querido vengar de ustedes?
Claro. Una vez fue el Hugo Castañeda de Retamas, después del asalto que le descubrimos, le hicimos devolver el oro a su cómplice en Urpay, intentó matarlo (a su cómplice) pues, lo encontró tomando en un bar… como él trabajaba en Consorcio. Lo intentó matar, mira. Era en la noche, si no que como él estaba tomando con unos amigos, se dio a la fuga. Lo investigamos, ya los amigos por ahí dijeron quién ha sido. Lo tuvimos que capturar y le dimos su castigo merecido. Tú has intentado matarlo, le decíamos, ahora te tocará a vos, a ver si te gusta. No, dijo. De aquí, ni más. Le hicimos firmar un acta, incluso su mamá ha firmado: si le pasa algo, tú eres el único responsable. De allí, se han calmado.

-          ¿Hubo algún caso de un rondero de Cabrillas muerto?
No. Al menos, delincuentes que han intentado matarnos, entre ellos se han agarrado a la bronca y se han matado entre ellos. Quizá por haberse visto descubiertos.
También unos de Chilia, Los Lobos le decían, esos eran mentadazos; esos han robado de diez, de veinte cabezas de ganado. Incluso esos han robado en toda la provincia: de Pataz[xv], de Buldibuyo, de Tayabamba, de Chilia y entre ellos ya nos amenazaban: tienen que matar uno de Cabrillas, se decían entre ellos. Se han agarrado en una pelea, dicen, en los carnavales del mismo Chilia, se emborrachan, se matan entre ellos dos. A otro le vaciaron el mondongo, en Huamachuco[xvi]. Entre ellos. El uno había robado una vaca, lo esconde en una cueva, otro lo descubre y lo roba; entre ellos se robaban. Por eso aquella vez se ponen a tomar, se descubren y se matan.

-          ¿Cómo debe ser un hombre del campo?
Alguien tranquilo. Organizado.

-          ¿Por qué le tienen respeto a la Ronda de Cabrillas?
Porque no apañamos a nadie. Porque hemos hecho devolver sus bienes a los que les han robado, a los de bienes comerciales, de asalto. Hemos descubierto quiénes son los matones que matan, los hemos capturado, les damos castigo, les entregamos a la policía, les han llevado a la fiscalía, los han mandado a Trujillo. De allí vuelven, a amenazar. Se les vuelve a capturar, se les da su castigo: ahí declaran cuánto les han pagado a la policía, a los abogados, al fiscal, a todos. Aquí los jueces son padres y madres de los delincuentes: entran y salen ahí mismo. Se les hace que firmen el acta. Les duele los palazos en la espalda en las uñas. De allí ya no vuelven por su vuelto.
La entrevista había terminado. Su mujer y su hija que en plena entrevista se acercaron a observar, le indicaron alguna responsabilidad pospuesta por nuestra visita. Asintió. Le agradecimos por el tiempo. Se despidió y nos pidió decirle al alcalde que cumpla con Cabrillas.






[i] La entrevista fue realizada en marzo de 2012. La crónica que la acompaña fue esbozada y corregida desde entonces. Las palabras y juicios son propias del entrevistado, habiendo ensayado algunas correcciones en la forma y estilo de la narración, para una mejor lectura.
[ii] Parcoy es un distrito que pertenece a la Provincia de Pataz, Región La Libertad. Es una zona cuya principal actividad económica es la explotación minera, además del comercio y los servicios; y, en menor escala, la agricultura y ganadería. Sus principales localidades son Retamas; La Soledad; Llacuabamba y Parcoy capital. Tiene 20 mil habitantes.
[iii] Iba acompañado por mi amigo y colega, Deny Leiva, parte del equipo de trabajo para elaborar un Diagnóstico del Distrito de Parcoy.
[iv] Pilancón es un caserío colindante con Cabrillas. Cuenta con aproximadamente 240 habitantes.
[v] Chilia es un distrito vecino al sur-oeste de Parcoy. Tiene una gran producción agropecuaria. Entre ellas existe un flujo económico de víveres y servicios. Cuenta con una población de 12043 habitantes.
[vi] Minera Aurífera Retamas S.A. (MARSA) es una compañía de extracción de oro asentada en la Comunidad Campesina Llacuabamba, en Parcoy.
[vii] Buldibuyo es un distrito ubicado al sur de Parcoy. Tiene una población de 3836 habitantes.
[viii] Queros es una comunidad ubicada en la “zona norte” de Parcoy.
[ix] Urpay es un pequeño distrito de la Provincia de Pataz. Cuenta con una población de 3019 habitantes. Zaire es un caserío del mismo.
[x] Otocuyo es un pequeño caserío   que pertenece a la Comunidad Señor de los Desamparados, más conocida como Bella Aurora, localidad que conecta a los distritos de Chilia, Parcoy y Piás.
[xi] Tayabamba es la Capital de la Provincia de Pataz. Tiene una población aproximada en 13785 habitantes.
[xii] Huancaspata es un distrito vecino al sur de Tayabamba - Pataz. Su población se estima en 6352 habitantes.
[xiii] Retamas es una de las principales localidades urbanas de Parcoy. En dicho lugar existe un flujo económico intensivo debido a la actividad minera formal y artesanal, el comercio y los servicios. Cuenta con aproximadamente 4000 habitantes. En su territorio se asienta la Compañía Minera Consorcio Minero Horizonte (CMH).
[xiv] El 08 de mayo de 2012 los mineros artesanales de todo el país estaban enfrentados al Gobierno por la formalización, en el que ellos exigían continuar trabajando mientras paralelamente realizaban su proceso de formalización.
[xv] Pataz es un pequeño distrito de la Provincia de Pataz. Su principal actividad económica se basa en la explotación minera formal y artesanal. Cuenta con una población aproximada de 7410 habitantes.
[xvi] Huamachuco es la capital de la vecina Provincia de Sánchez Carrión. Es un paso obligado para todos los patacinos que se dirigen a la ciudad de Trujillo.