samedi 30 janvier 2016

CARTA DE GREGORIO SANTOS GUERRERO (24-01-2016)

Desde Francia, invitamos a leer la siguiente misiva:

"el JNE ha aceptado mi inscripción como candidato presidencial, reconociendo mi derecho a participar en la vida política de mi patria; de elegir y ser elegido. Pero me mantienen preso [...] El delito que he cometido es desafiar el centralismo virreinal y el poder abusivo de las transnacionales mineras (Yanacocha-Newmont-Benavides)"
"Unos candidatos gozan de igualdad ante la ley y presunción de inocencia. Gregorio Santos no"



Hermanos (as):

                Te saluda Gregorio Santos Guerrero, candidato a la Presidencia de la República por el Partido Democracia Directa; profesor, comunero, rondero y agricultor, nacido en la milenaria Cajamarca, segunda capital del Tahuantinsuyo; donde en 1532 invasores españoles asesinaron al Inca Atahualpa por la ambición del oro y la plata. Dos veces electo Presidente Regional (2011-2014; 2015-2018). Hoy secuestrado en el Penal de Máxima Seguridad “Piedras Gordas” en Ancón –Lima. Cumplo una arbitraria e inconstitucional prisión preventiva (sentencia anticipada –escarmiento) solo para investigarme. Esto no tendría nada de raro si la ley se aplicara igual para todos. Pero no; los jueces dicen que existe peligro de fuga o peligro procesal y no pueden probarlo, llevan tres años en investigación, no tengo antecedentes, he brindado las facilidades para que las autoridades cumplan con su  trabajo. Me detuvieron para que perdiera las elecciones regionales 2014; el 44% de cajamarquinos me ratificó su confianza. Sin embargo el JNE y el Poder Judicial me dieron golpe de Estado, me negaron el Credencial, impidiendo ejercer el cargo de Presidente Regional, con el silencio cómplice de los seudodemócratas.


                Hoy el JNE ha aceptado mi inscripción como candidato presidencial, reconociendo mi derecho a participar en la vida política de mi patria; de elegir y ser elegido. Pero me mantienen preso en un área de completo aislamiento, incomunicado, con cámaras que graban  todos mis movimientos; con el régimen carcelario más drástico que aplican solo a condenados por terrorismo y narcotráfico. El delito que he cometido es desafiar el centralismo virreinal y el poder abusivo de las transnacionales mineras (Yanacocha-Newmont-Benavides); quienes en alianza con la concentración de medios “El Comercio” presionan a los poderes del Estado neoliberal para mantenerme preso e imponer el inviable proyecto minero “Conga. Utilizan como coartada la ejecución presupuestal en la construcción de hospitales y electrificación rural para acusarme de corrupción (ver editoriales 2011-2016 Comercio, Perú 21, Correo).

                No me opongo a ninguna investigación; lo que no puedo permitir es la arbitrariedad y el abuso propio de una dictadura. Los candidatos inscritos han iniciado su campaña; excepto yo. Resulta que varios de ellos también tienen investigaciones, incluso juicios abiertos, la diferencia es que gozan de libertad, de acuerdo a la ley. En mi caso se me mantiene en prisión, demostrando ante el mundo y los organismos internacionales; ante el pueblo peruano, que este proceso está viciado; no solo es “una exhibición y demostración de millones de dólares” sino que se confirma la discriminación por razones ideológicas y políticas; nos miran como ciudadanos de segunda y tercera clase. Unos candidatos gozan de igualdad ante la ley y presunción de inocencia. Gregorio Santos no; aún subsiste el que tiene padrino se bautiza. Los que tienen poder y relaciones se zurran en la Constitución y la ley electoral.

                Con la franqueza de provinciano, amigo y paisano solicito tu apoyo y solidaridad; requerimos forjar la más amplia unidad de todos aquellos que amamos el Perú. Este diez de abril los electores tenemos dos opciones: votar por los candidatos del continuismo o votar por nosotros y la lista congresal. Votas por los traidores de siempre y los encubiertos blandengues o tu voto va hacia nosotros; hombres y mujeres que honramos nuestra palabra, de coraje y dignidad a toda prueba. Estamos dispuestos a Refundar el Estado, aprobar una Nueva Constitución para una Nueva República, cueste lo que cueste.

                Tu voto permitirá recuperar la Patria y la soberanía nacional; los recursos naturales –el agua, la tierra, gas petróleo- volverán a ser para el Perú. El mar peruano proveerá de pescado a la familia peruana y no a las granjas extranjeras; impulsaremos una flota pesquera de bandera nacional. La educación y la salud estarán al alcance de todos; será gratuita y de calidad y no negocios abusivos. Cobraremos la deuda tributaria y la deuda ambiental a las transnacionales; basta de ajustar el cinturón a los pequeños y medianos empresarios mientras los grandotes amasan millones en paraísos fiscales; la seguridad ciudadana será tarea de todos, la PNP estará al servicio de la sociedad; los jóvenes que delinquen de 16 a 25 años pasarán a integrar el ejército peruano, cumplirán su servicio militar, su proceso de rehabilitación, culminando sus estudios técnicos ligados a la producción y al trabajo.

                Tenemos ideas para gobernar el Perú y lo fundamental, coraje y dignidad. La cárcel no es obstáculo para seguir luchando cuando se ama a la patria. Te pido involucrarte en este gran proyecto; organiza tu barrio, tu distrito y disputemos voto a vota la conciencia ciudadana; la imaginación, la creatividad, los ideales y principios son invencibles.

                Gracias por tu apoyo. Coraje y dignidad para transformar el Perú.

Gregorio Santos Guerrero
PRESIDENTE 2016




mercredi 13 janvier 2016

II. Sobre sinceramiento y legitimación políticos. Introducción.



Lo revelado y su procesamiento
II.                  Sobre sinceramiento y legitimación políticos. Introducción.

Que la política se haya “sincerado” recientemente en el Perú, parece un abuso de lenguaje de César Hildebrandt. Tanto como él, todos hemos visto y seguimos presenciando un show electoral sin fin en el que predomina la opacidad y el fango; triunfan los entuertos,  amarres, zancadillas, reciclajes, traiciones y arreglos entre gallos y media noche. El objetivo: la legitimación a toda costa. Para alcanzarla nadie expone sus cartas, clara y públicamente; tampoco sus intenciones ni el por qué de sus decisiones. No existe por lo tanto un “sinceramiento” de la política.

Por esta razón preferimos emplear desde la primera entrega, la figura de la fotografía de antaño para comprender lo que está pasando de modo excepcional: el revelado. En este caso, la cámara oscura es el proceso histórico que seguiremos a un neoliberalismo institucionalizado en un país cultural y estructuralmente colonial. De este proceso histórico sale a la luz del día, hoy como nunca, el tipo de político desvergonzado, sin tapujos. A pesar de las variantes, correspondiendo con una descomposición sistémica, esta revelación que se produce en el marco del neoliberalismo, comprende inevitablemente a todos los sectores políticos, independientemente de la ideología profesada.
Forzando al lenguaje, el periodista Hildebrandt propicia en nosotros que dejando de deshojar margaritas, vayamos francamente a desencantarnos de esta coyuntura electoral. Que describamos y desenmarañemos el estilo político que caracteriza al presente. Valoramos por lo tanto su mensaje, que es lo que vale en fin de cuentas.
Para tratar de comprender los procesos de legitimación/deslegitimación del estilo político de algunos candidatos, partidos y bloques políticos puesto en evidencia en el presente proceso electoral, necesitamos aclarar el sentido que damos a la palabra legitimación.
Entendemos por legitimación política al proceso mediante el cual una persona u organización adquiere la condición de legítima ante las instituciones de Estado y sobre todo en sectores relativamente significativos de una determinada sociedad. Todo proceso de legitimación no necesariamente triunfa; tampoco se realiza correspondiendo con la fuerza social que le dio arranque a su legitimación.

Un proceso alternativo de legitimación política fue derrotado hace más de dos siglos. Nos referimos al que se ejerció durante la rebelión dirigida por Túpac Amaru y Micaela Bastidas, la revolución anticolonial más importante de Nuestra América. Si prestamos atención a las palabras empleadas, entre otros en el Bando de la Libertad de los Esclavos, del 26 de noviembre de 1780, el factor legitimador propuesto fue el paisanaje: la rebelión convocaba a todos los que se identifiquen con a la tierra y el país al cual deciden de pertenecer y defender asumiendo o respetando las acciones anticoloniales, no excluía por razones de condición social o lugar de nacimiento. La condición de cacique indoamericano, de descendiente de los Incas se puso al servicio de un proyecto amplio que, por su radicalidad anticolonial estaba llamado, momentáneamente, a malograrse. Su fracaso hace dos siglos no necesariamente invalida al factor propuesto por la revolución de 1780 ad vitam aeternam. El paisanaje como proyecto político hundió sus raíces conceptuales en las redes sociales que convergieron y que fueron convocadas por dicha insurrección. Pero también provino de las tradiciones de pertenencia, comprensivas e incluyentes, propias de las culturas ancestrales de nuestro continente, de la comprensión de sentirse hijos de una tierra, más que de las tradiciones inspiradas en la teología católica o en la filosofía de las luces europea.


El tiempo presente y venidero exige una comprensión del quehacer humano dentro de su paisaje, de una relación de pertenencia y dependencia con la Pachamama. Con los componentes sociales, de clase y políticos históricos y propios de este tiempo, el paisanaje sería un factor ético legitimador, capaz de generar en la sociedad toda una hegemonía alternativa más global, coherente y de largo aliento si lo vemos en perspectiva con respecto a lo que ha dado y da el de la ciudadanía. Con la potencialidad de enraizamiento y de transformación dada por estos componentes sociales, el paisanaje se prestará más para resolver los problemas del colonialismo cultural y estructural, para terminar con el capitalismo depredador, responsable directo de la agravación del calentamiento climático.

Vicente Romero
12.01.2016