Notas de entrevista
inédita de 2009
DAYSI
ZAPATA, INDÍGENA Y DEFENSORA DE LA AMAZONÍA
A dos meses de la masacre de Bagua (5 de junio de 2009), Daysi Zapata estuvo en Europa como representante de los pueblos indígenas y en misión en Ginebra, ante las Naciones Unidas.

https://www.youtube.com/watch?v=LhsFpgvG5H0
https://www.youtube.com/watch?v=BucCk65FobY
https://www.youtube.com/watch?v=Arjn5Q4MgYQ
En dicha ocasión y a invitación del Colectivo de Peruanos en Francia, vino a París, donde tuvo encuentros con la prensa, con la Confederación General de Trabajadores (CGT) y con la comunidad peruana y latinoamericana. Las siguientes notas son resultado de la entrevista realizada en dicha ocasión, en agosto de 2009. Al realizarla, hemos puesto el acento en las experiencias en las que participó directamente Daysi Zapata.
Primera dirigente mujer de nivel nacional de la Asociación Interétnica
de la Selva Peruana (AIDESEP), Daysi Zapata Fasabi es hija del pueblo Yine o Piro[1].
Daysi Zapata. Foto: El País, España, 14. 06. 2009
Daysi Zapata. Foto: El País, España, 14. 06. 2009
Daysi Zapata tiene 34 años. Desde su juventud destaca en la labor de
defensa de los derechos de los pueblos indígenas no contactados y en
aislamiento voluntario de Ucayali y Madre de Dios, frente a las transnacionales
de hidrocarburos y madereras que benefician de la complicidad del Estado y de
sus instituciones. Desde la edad de 16 años participó en las luchas de los Yine
y de otros pueblos amazónicos de Ucayali. En mayo de 2006 asumió la presidencia
de la Organización Regional Aidesep Ucayali (ORAU), una de las 8 bases
regionales de AIDESEP. En diciembre de 2008 fue elegida Vice-presidenta de
AIDESEP. Dos días después de la masacre de Bagua (5 de junio), y a pedido de su
Apu o jefe de comunidad nativa, Alberto Pizango Chota, tuvo que dejar la lucha
en Atalaya (Alto Ucayali) para asumir la conducción de su organización, de la
lucha de los pueblos de la Amazonía y del Frente Nacional de Defensa de
la Vida y la Soberanía (FRENVIDAS), constituido días antes por
iniciativa de Alberto Pizango. Asumió esta responsabilidad en momentos sumamente
exigentes pues la dirigencia de su organización acababa de ser dispersada.
Primeras experiencias en el
movimiento indígena amazónico
Soy una de las integrantes del equipo regional del programa de AIDESEP
“Pueblos Indígenas en Aislamiento Voluntario y Contacto Inicial” (PIAV), que
labora desde los años 90 en defensa de los pueblos hermanos en aislamiento
voluntario. ORAU, gestionó ante el gobierno regional de Ucayali que declare de
“interés público” la protección de los pueblos indígenas en aislamiento
voluntario y contacto inicial. Este pedido de ORAU fue aprobado en 2007 mediante
la Ordenanza Regional 008-2007-GRD/CR. La ordenanza regional establece la
protección de las reservas territoriales de Muranahua, Mashco-Piro e Isconahua,
creadas en Ucayali en 1997 y 1998.
Desde el año 2001 fui responsable de la Organización Indígena
Regional de Atalaya –OIRA, en Ucayali[1],
conformada por los pueblos Asháninka, Ashéninka, Yaminahua, Yine y Amahuaca, organizados
en 64 comunidades nativas establecidas en las cuencas de los ríos Urubamba y Alto
Ucayali,.
Cuando en 2004, mediante la ley N°28451, los gobiernos regionales,
provinciales, distritales y las universidades públicas obtuvieron que les
sea destinado un porcentaje de las regalías por la explotación de
hidrocarburos, la OIRA luchó por que este beneficio se haga extensivo a las comunidades
nativas que son afectadas directamente por dicha explotación, en particular con
los derrames de crudo y rupturas de los gasoductos de Camisea[2].
En 2006, después de varios años de lucha contra la concesión de bosques sobre
territorios de las comunidades nativas asháninka Chorinachi y Santa Clara, mediante
juicio obtuvimos la expulsión del Consorcio Forestal Amazónico, transnacional
maderera de capital español.
El Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y la lucha contra las leyes anti-amazónicas
A partir del 2007, los pueblos de la Amazonía peruana tuvieron que
responder a una agresión de enormes repercusiones, venida desde el mismo Estado
peruano. En 2006, durante la campaña electoral presidencial, Alan García había
declarado su oposición a la ratificación del Tratado de Libre Comercio con
Estados Unidos. Sin embargo, al año de haber asumido la presidencia, en
diciembre de 2007 Alan García lo ratificó, comprometiéndose a ajustar la
legislación peruana a dicho Tratado, sin ninguna consulta ni concertación. Con
anterioridad, había iniciado una campaña contra la cultura peruana que defiende
la Madre Tierra, calificándola de poseer la mentalidad de “perro del hortelano”.
Nosotros, los pueblos de la Amazonía luchamos por defender la tierra y el bienestar
de la generación presente y de las futuras generaciones, frente a la voracidad
de las transnacionales. Contraviniendo a Tratados internacionales de mayor
rango ratificados por el Perú, el gobierno de Alan García dictó 102 decretos leyes
gracias a las “facultades especiales” que le concedió el Congreso el 19 de
diciembre. Varias decenas de dichos decretos afectaban directamente a la
Amazonía peruana y a los derechos de las comunidades nativas.
2008. Primera etapa.
Frente a esta política del gobierno, y luego de consultar a sus bases,
AIDESEP programó una serie de medidas para traer abajo a los decretos
anti-amazónicos. En agosto del año 2008 se dio la primera etapa en esta lucha.
En Ucayali se realizó el bloqueo del Alto Ucayali, en Ahuaypa, con la participación
de la Federación de Comunidades Nativas del Distrito de Iparia
(FECONADIP). La lucha la iniciamos el 9, Día Internacional de los Pueblos
Indígenas.
Ni AIDESEP representada por Alberto Pizango ni la CORPI de Loreto
(Coordinación Regional de los Pueblos Indígenas) firmaron en San Lorenzo
un acuerdo con Antonio Brack, ministro del Medio Ambiente, pues no habían
obtenido ninguna de nuestras exigencias. La determinación en nuestra lucha en
toda la Amazonía permitió una victoria parcial: la derogación de los decretos
leyes 1015 y 1073.
2009. Segunda etapa: La
estrategia del citaracuy
La segunda etapa la hemos dado este año de 2009. En
febrero tuvimos un Consejo Ampliado de AIDESEP, en Bagua. Para entonces ya
había sido elegida vice-presidenta de AIDESEP. Alberto Pizango propuso para
esta lucha “La estrategia del citaracuy”, hormiga de la Amazonía que saca las
hojas de las plantas y en sus huequitos se hace sus huevos y agranda sus huecos.
Primero, la movilización empezó el 9 de abril y se desarrolló durante diez
días, salvo en la zona central de la Amazonía peruana.
Experiencias de lucha en
Atalaya
Como el gobierno mecía a los delegados indígenas en las mesas de
negociaciones, sin ceder en nada y como no había voluntad del gobierno para
derogar los decretos ni para instalar realmente la Mesa de Negociaciones, se
hizo necesario dar otro paso en la lucha. Para darlo y ampliar el movimiento
nos preguntamos ¿cuándo le duele al gobierno? Cuando la lucha se hace conocida
por toda la población. Entonces el segundo paso fue salir por los medios de
comunicación. Esto funcionó. Centenas de Asháninka tomaron el aeródromo de
Atalaya. También inmovilizamos 40 embarcaciones sobre los ríos Ucayali y Tambo;
los hermanos Asháninka tomaron doce embarcaciones sobre el Alto Ucayali.
Atalaya es pequeña ciudad agrícola y maderera de diez mil habitantes. El 13 de
abril salimos a las calles; como nunca estaba llena de policías de civil y
armados. El municipio se puso en nuestra contra y la sub-región también.
Organizamos piquetes en Urubamba, Aguajal, Santo Domingo. En mayo la lucha se
radicalizó. Tres mil Asháninka y de otros pueblos amazónicos, hombres y mujeres
con armas tradicionales, tomamos el municipio, la sub-región, la Ugel, la
fiscalía, el Inrena; faltó poco para tomar la comisaría. Nuestra lucha era por
el Perú entero. El 15 de mayo Alberto Pizango llamó a la “insurgencia” al
movimiento indígena. Como respuesta, el gobierno respondió convocando a una
“marcha por la paz”, propiciando el conflicto entre peruanos. Paralelamente, y
para evitar ser aislada, AIDESEP suspendió su llamado a la insurgencia. Con su
llamado el gobierno obtuvo resultados momentáneos en algunos lugares como en
Atalaya, donde fue apoyado por alguna gente de origen andino que trabajaban
para las petroleras, que tienen bastantes botes y que vienen a llenarse
los bolsillos pero que no luchan por Atalaya. El "Frente de Defensa
de los Intereses de Atalaya", que nos había apoyado en la lucha a favor de
la comunidad de Chorinachi, también nos dio la espalda. Entonces decidimos
salir de Atalaya con nuestra lucha y el 1 de junio tomamos los ríos Urubamba y
Tambo inmovilizando 20 barcazas de Petrobras y Pluspetrol, de transporte de
materiales. Al mismo tiempo, el Frente se debilitó y desapareció y el grupo de andinos
se sumaron a nuestra lucha. Como teníamos problemas de financiamiento para
traer gente de Ucayali, los boteros y las tiendas de Atalaya colaboraron con
combustible y alimentación, porque no tenían dinero. Pero nuestro movimiento
estaba bastante agotado, no podíamos dar más.
Persecución, represión y
tragedia de Bagua de Bagua
En Atalaya el movimiento indígena tuvo que levantarse el 4 de junio. La
represión del movimiento indígena amazónico y de sus dirigentes era inminente.
Yo tenía que ausentarme de Ucayali pues Alberto Pizango y otros hermanos dirigentes
tuvieron que pasar a la clandestinidad. Pizango ya estaba con orden de captura
desde el 4. El gobierno pensó terminar con nuestra lucha mediante la represión.
El 5 de junio se produce la masacre de Bagua, donde murieron 34 personas entre
hermanos indígenas y policías y en donde hubo más de cien heridos. El mismo 5 el
gobierno ordena la captura de otros dirigentes, como Teresita Antazu, Saúl y
Cervando Puerta Peña. En esas circunstancias tuve que dejar Atalaya para asumir
el 7 de junio la presidencia interina de AIDESEP. Alberto Pizango y Saúl y
Cervando Puerta lograron partir a Nicaragua como refugiados políticos.
La represión en la Curba del Diablo, Bagua, el 5 de junio.
Foto tomada de
http://www.derechos.org/nizkor/peru/bagua/bagua1.jpg
Las dificultades internas en
Aidesep y la solidaridad con los pueblos de la Amazonía
En el mes de junio la situación de AIDESEP era muy difícil. El gobierno
estaba encarnizado contra nuestra organización, querían acabar con nuestra
organización; AIDESEP estaba debilitada por la larga lucha y en déficit. Además,
desde antes de la masacre de Bagua existían algunos desacuerdos entre
dirigentes de AIDESEP. Esto podía hacer brotar la cizaña que buscaba sembrar el
gobierno en nuestro seno. Julián Inuach y Domingo Chapuin, ambos del
pueblo Awajún, proponen la creación de una comisión transitoria para
administrar AIDESEP. Los apoya Juan Agustín López, Shipibo. En estas
circunstancias, Cervando Puerta, uno de los principales dirigentes de las luchas
de este año y del año pasado en la zona de Bagua de quien yo era muy crítica,
pone orden entre sus hermanos Awajún, dejando de lado desacuerdos secundarios
que podían tener conmigo. Yo corregí mi actitud crítica. No era necesaria la
creación de una “Comisión Transitoria” encargada de administrar AIDESEP pues
estaba yo como vice-presidenta. Así los dirigentes de AIDESEP me ponen la
corona de autoridad. A fines de julio el gobierno intenta crear otro AIDESEP
utilizando a renegados del Instituto Nacional de Desarrollo de Pueblos Andinos,
Amazónicos y Afroperuano (INDEPA) -con Alexander Teest a la cabeza- y algunos renegados
de la CONAP. A pesar de estas maniobras del gobierno, AIDESEP no desmaya
en su voluntad de negociación. Nos sentamos a la mesa pero no aceptamos ser
mecidos.
En estos momentos, y para hacer frente a estas mañas del gobierno contra nuestro pueblo, Alberto Pizango evitó que seamos aislados del resto del movimiento social. Buscó sumar. Así fue creado el Frente Nacional por la Vida y la Soberanía (FRENVIDAS), el 4 de junio.
Presidenta Interina de
Aidesep, negociación y la lucha
El 7 de junio, cuando llego a Lima para asumir mi nueva responsabilidad en
AIDESEP, me asusto al ver a los partidos políticos presentes en la reunión del
FRENVIDAS, cosa a la cual no estaba acostumbrada. Tenía temor, a pesar de que
estaba también presente la Coordinadora Nacional de Comunidades Afectadas por
la Minería del Perú -CONACAMI, en la persona de Mario Palacios. Los
acuerdos de apoyo permitieron organizar la solidaridad con nuestro movimiento
amazónico y con AIDESEP.
Como dije, el gobierno pensó terminar con nuestra lucha con la represión.
Fue lo contrario. El apoyo popular fue muy importante para hacer ceder al
gobierno. Luego de la masacre, la gente en el Perú y en el extranjero recibimos
mucho apoyo. Especialmente durante la Jornada Nacional del 11 de junio,
convocada por el FRENVIDAS. Ante la creciente exigencia de todo el pueblo,
recién el gobierno derogó dos decretos más (el 1090 y 1064). Esperamos que los
demás se deroguen también, quedan siete pendientes. Aunque no me gustó que el
21 de julio, en el mitin de la Plaza 2 de Mayo, en Lima, el líder del
Partido Nacionalista, Ollanta Humala, suba y tome la palabra sin pedir permiso.
Como dirigenta de AIDESEP viajé a Chachapoyas el 31 de julio para ver a
nuestros hermanos presos en la cárcel de Huanta, y hemos celebrado el Día
Internacional de los Pueblos Indígenas y nuestra lucha del año pasado el 9 de
agosto. He pedido al FRENVIDAS que incluya en su programa la defensa de Alberto
Pizango y exija que pueda retornar al país con las garantías para su vida y
libertad.
El gobierno habla de negociar. Después de la matanza y de la visita a Lima del
Relator de la ONU, James Anaya, el gobierno se vio obligado a establecer 4
comisiones de trabajo: de la Verdad, de Decretos legislativos, de consulta, y
de desarrollo. Pero dos meses después de la tragedia de Bagua ninguna
comisión funciona ni tiene agenda de trabajo. Se nota el desinterés del Estado.
Busca más bien crear trabas y no asume su responsabilidad. Por ejemplo no
trasladó a 2000 Apus, como debe ser, sino de sólo 20.
Venimos trabajando dentro del marco del convenio 169 de la OIT y la Declaración
Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU, pero a los
gobiernos poco o nada les interesan estos convenios.
RECUERDO DE INFANCIA
LOS YINE FRENTE A SENDERO
Los Yine somos un pueblo
pacífico de la Amazonía central pero sabemos defendernos en caso de necesidad.
Cuando fui niña, mi familia tuvo que huir para evitar ser víctima de Sendero
Luminoso, que los obligaba a enrolarse y obedecer. Mi madre nos llevó a
internarnos en la selva, a vivir a la intemperie. Luego los Yine se organizaron
hasta expulsar a Sendero de nuestro territorio.
DOS PALABRAS YINE
Trabajemos
juntos: Wkamurewatani Pepniruneko
Tierra/ ¿Pachamama?: Chipi nunro
Notas de la entrevista tomadas en agosto del 2009 por Vicente Romero.
Miembro del Colectivo de Peruanos en Francia
colectivo.peruanos@gmail.com
[1] Hacia 2004, la OIRA afiliaba un total de
37 comunidades nativas de la Provincia de Atalaya. Ver Ministerio de
Transportes y Comunicaciones –Provia rural “Plan Piloto Selva –Ucayali. Estudio
de impacto socio-ambiental Regional. Vol II.”, setiembre 2004 elaborado por
Instituto Apoyo-Walsh Perú-ITDG, http://www.ibcperu.org/doc/isis/5542.pdf. consultado el 22 09 2010.
[2] Las exigencias de las comunidades ha llevado al gobierno a dictar leyes que
disponen que el 5% y luego el 10% de lo percibido por canon por los gobiernos
regionales sea destinado a las comunidades nativas (leyes de 2007 y 2010).
[1] La colonia penal de El Sepa de
triste recordación, fue establecida inconsultamente por el dictador Odría en
territorio Yine, en el actual distrito de distrito Sepahue, permaneciendo
abierta entre 1951 y 1993. En esta colonia penal, cercana al río Sepa, sufrieron
prisión algunos líderes de izquierda como Jorge del Prado, Genaro Ledesma,
Horacio Zeballos, Carlos Malpica y Alfonso Barrantes.
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire