mercredi 15 avril 2015

Punto de vista unitario frente al neoliberalismo: BAGUA Y LA UNIDAD POPULAR EN 2015




COLECTIVO DE PERUANOS EN FRANCIA

Punto de vista unitario frente al neoliberalismo:

 BAGUA Y LA UNIDAD POPULAR EN 2015


En términos sociales, culturales e históricos, el Perú ingresó en un nuevo siglo bajo el shock del 5 de junio del 2009. El cataclismo producido por la tragedia de Bagua (35 muertos, un desaparecido, más de cien heridos), fue resultado de la confrontación entre la actitud servil e irresponsable del gobierno, bajo cubierto de modernidad y progreso, y los pueblos originarios y mestizos de la Amazonía, que defendieron, con serenidad y firmeza hasta el sacrificio, el pulmón de Nuestra América. En nuestro siglo, la importancia creciente que acuerda nuestro pueblo a las luchas socio-ambientales es producto de la confrontación de Bagua.

Las crisis civilizatoria y climática caracterizarán los siglos venideros. Como vemos, para enfrentarlas desde hoy, el Perú profundo tiene una fuente inagotable en la diversidad plurinacional y multicultural que le caracteriza desde hace milenios. Los asalariados podremos enfrentarlas si encontramos vías en esta diversidad tomando a la vez en cuenta el interés de las generaciones venideras y anteponiéndonos a la cultura consumista y neoliberal impuesta en nosotros por el capitalismo y la razón colonial irresponsables. Si encontramos estas vías en el siglo que nos toca vivir, los pueblos y las clases mayoritarias actualizaremos como heroicos sujetos políticos de derecho pero sin desesperación, las gestas de 1780, 1824, 1932 y 1977. De este modo actuaremos también en sintonía con la Madre Tierra y la humanidad toda, dando vida con el Amauta al socialismo indoamericano y clamando con el poeta: ¡Perú al pie del orbe; yo me adhiero!

¿Cómo dar cuerpo al legado del Amauta y al mensaje del poeta? ¿Cómo dar vida al mito y a la poesía? Mediante la política revolucionaria. Revolucionaria entendida en su sentido profundamente democrático y de justicia social; entendida como el modo práctico de ir al encuentro del futuro entroncándose en las vías antes mencionadas.

El mayor escollo para dar vida al mito y a la poesía se encuentra, como desde hace por lo menos dos siglos, en el seguir a pie juntillas las recetas venidas de fuera; en creer que la vida se nos va en lo que se juega en el presente; en considerar al interés de las potencias ascendentes como estratégicamente compatible con el de nuestros países. Recientemente, el senderismo, al calcar el maoísmo, se convirtió en el caso extremo y por ello más nocivo del seguidismo. Desde 1928, el Apra se mostró impaciente por llegar al poder, a toda costa. Hace dos siglos, el enfeudamiento estructural a Gran Bretaña fue el error estratégico cometido por los Libertadores. De estos escollos internos, lastres de la sicología criolla, es un imperativo liberarnos, paso a paso pero sistemáticamente.

Con la perspectiva esbozada en las anteriores líneas, ¿cómo considerar la construcción de la unidad del bloque popular en 2015, que motiva este Punto de Vista?

Si desembobinamos paso a paso medio siglo de historia de las fuerzas políticas con vocación popular, evitando toda pasión enceguecedora, podemos ver que, la transformación se buscó alcanzarla: a) durante el gobierno de Velasco, bajo preceptos contrainsurgentes y desconfiando de la participación popular; b) desde estamentos secundarios del Estado (gobiernos municipales de IU y regional del MAS), sin participación ejecutiva del pueblo y sin planes operativos de recentraje estructural; c) conformando a último minuto alianzas electorales (MNI, Gana Perú, Frente Amplio, etc.), sin participación organizada y consciente del pueblo y los trabajadores como actores políticos para sí; d) ante el fracaso de las anteriores alianzas, apostando por candidatos “outsiders” (Fujimori, Toledo, Humala, …), demagogos auspiciados por el poder mediático.

Las amargas experiencias de formación de alianzas, para no referirnos a las del enfeudamiento del voto político popular, muestra cuán difícil será construir la unidad del bloque popular en 2015. Más aún si al proponerse construirlo sobredimensionamos el reflejo de los ciclos económicos en la economía de nuestro país, los quince años de auge progresista en Nuestra América o, si a contrario, desesperamos por el relativo debilitamiento de dicho auge (el caso chileno sería el más aconsejado de imitar…). En el Perú, durante este último quinquenio, y conforme lo promueve cíclicamente el sistema de delegación de poder mediante elecciones, nuevamente se ha repetido el desencuentro entre el movimiento popular organizado y en lucha y las estructuras políticas progresistas y de izquierda. Las Cumbres de los Pueblos de 2009 y 2014 fueron oportunidades perdidas. Murieron en gestación la armoniosa, realista y transformadora expresión política que el Perú necesita.

Con la cercanía de campaña electoral del 2016, aumentan los cálculos diversos para delinear bloques transitorios en disputa de “clientes”. Las disputas pueden volver a ser fratricidas y los bloques, una vez más, suicidas. Para evitar ambos riesgos convendría volver la mirada con honestidad, para constatar el estado político y el grado de amplitud del movimiento popular.

Desde hace algunos meses, diversos movimientos sociales y populares hacen su ingreso a la lucha. A Cajamarca se han sumado el valle del Tambo (Arequipa), pueblos amazónicos de Loreto y Junín (Pichanaki) y sobre especialmente la juventud que, cosa anunciadora de su potencialidad, trajo abajo la ley que precarizaba aún más sus condiciones laborales. La Cumbre de los Pueblos de diciembre del 2014 pudo servir para la coordinación de estas luchas, convirtiéndola así en eje de referencia de las fuerzas políticas populares que a mediano plazo anhelan construir un bloque unitario alternativo a la derecha neoliberal. No fue así. Como desde hace 35 años, cíclicamente, el 2016 empezó sin cimiento.

Así las cosas, el 2015 exige partir con amplitud de miras y de convocatoria, sin ilusiones vacuas para el 2016. Por el contrario, algunos partieron privilegiando intereses particulares, intentando aprovecharse de la ventaja formal de disponer de inscripción electoral. Craso error de nuestros hermanos. Un programa de transformación del país obliga a la  coherencia, para contraponerlo nítidamente a los de distintos bandos neoliberales. La coherencia de la amplitud del bloque unitario excluye lógicamente a los que se subieron al carro sin freno del neoliberalismo, como aquel que en 2008-2009 se puso al servicio de la aplicación del Tratado a favor del imperio yanqui, intentando mecer a los pueblos amazónicos y siendo finalmente partícipe de su represión en Bagua. La necesidad de una inscripción electoral no es razón suficiente para ir desubicados, tras el hambre de arribistas sin freno, abandonando y desdibujando la propuesta que debemos a nuestro pueblo en marcha.

Esperamos que nuestra labor y este Punto de Vista sirvan, como una gota, al río que dará a luz, sin prisa pero con coherencia, al bloque popular amplio dotado de fuerza social y capacidad política transformadora. Que sirvan al río común de desvelos forjador de alboradas.
 
París, 15 -16 de abril del 2015.

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